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viernes, 28 de febrero de 2020

Seis exdirigentes y técnicos de UGT Asturias procesados por un fraude de 1,46 millones en subvenciones

Exsecretario general de UGT de Asturias, Justo Rodríguez Braga


La Fiscalía considera que UGT Asturias «desvió» 1,4 millones entre los años 2010 y 2014, según recoge el escrito que ha remitido al Juzgado de Instrucción número 4 de Oviedo. Este es el encargado de investigar al sindicato por presunto fraude en las subvenciones por los cursos de formación. El texto detalla una actuación concertada entre UGT y su fundación IFES (Instituto de Formación y Estudios Sociales) orientada al sistemático desvío de parte de los fondos públicos recibidos, que suponía un beneficio económico que revertía en la propia organización.
En concreto y de forma provisional, ve indicios racionales de delito en el entonces secretario general del sindicato en la región, Justo Rodríguez Braga, quien dejó el cargo en 2016 tras dieciséis años al frente de la organización. Otra de las personas señaladas por el Ministerio Fiscal es Mónica Menéndez, quien fuera secretaria de administración de UGT entre 2002 y junio de 2013, así como la representante de Infastur. Asismimo, considera probada la participación de otras cuatro personas: Manuel Díaz Cancio, secretario de formación (2009-junio de 2013), María Jesús Ocaña, administradora única de Localmur, Alberto González Castaño, encargado de la contabilidad y control de subvenciones concedidas a UGT , y Silvia Sariego Ferrero, con tareas equivalentes en la delegación territorial de IFES desde 1998 hasta 2015. Por otra parte, pide el sobreseimiento para Carmen Caballero y Daniel Pedro Rodríguez. El Ministerio Fiscal considera que la documentación aportada ofrece evidencias incriminatorias e insta a continuar la causa mediante el procedimiento abreviado procediendo a la formulación de acusaciones.
Según se desprende del escrito, la Fiscalía considera que existen indicios para vincular la recepción de subvenciones para la formación por parte del Principado y cofinanciadas con el Fondo Social Europeo con el enmascaramiento de los gastos estructurales del sindicato. Entre ellos destaca los costes de su personal laboral y la capitalización de una sociedad vinculada (Infastur) para, a través de ella, cubrir pérdidas generadas en otras actividades. Para ocultar a la administración el sobrecoste habrían recurrido al aprovechamiento instrumental de las vinculaciones societarias que tenían UGT Confederal y UGT Asturias con tres sociedades, de las que se proveían de los bienes y servicios para las actividades formativas.
«Un error de partida»
El abogado de UGT, Francisco Alonso, señaló ayer que en el escrito remitido por la Fiscalía tiene «un error de partida», ya a su juicio, hay un «empecinamiento» en decir que se desviaron fondos por unos gastos que no son de la subvención cuando, a su juicio, son «indirectos o asociados» y, por tanto, «subvencionables». La discrepancia entre los informes emitidos por la Intervención de la Administración del Estado y la AET y los peritos de parte es la conceptualización de esos gastos asociados ya que mientras los primeros entienden que no son subvencionables, los segundos se amparan en la legislación y la convocatoria que los regula que dice que sí lo son hasta un 20% aunque no sean gastos directos de la subvención. «Las pruebas periciales demuestran que no hay delito», insiste el abogado.

Fuente: EL COMERCIO


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